El drenaje linfático manual es una técnica de masoterapia,  que se engloba en el campo de la fisioterapia y en las técnicas de masaje terapéutico que se dirige a la "activación del funcionamiento del sistema linfático superficial para mejorar la eliminación de liquido intersticial y de las moléculas de gran tamaño y optimizar su evacuación", además de eliminar toxinas y mantener en forma el sistema inmunitario.

Es una terapia circulatoria, un aliado contra la retención de líquidos, celulitis, mala circulación y piernas cansadas y su efecto se deja notar sobre la piel porque activa la circulación y mejora la microcirculación. 

Podemos decir entonces, que es una serie protocolizada de maniobras manuales muy suaves, precisas y rítmicas que, basadas en un profundo estudio de la anatomía y fisiología del sistema linfático, se realizan con el fin de drenar o desplazar la linfa que por cualquier causa patológica se encuentra estancada, a territorios linfáticos sanos para su evacuación normal hacia el torrente venoso. 

El drenaje linfático se caracteriza por un trabajo intensivo realizado en las zonas de los ganglios linfáticos.

Los ganglios linfáticos son pequeños órganos, que se encuentran en distintas partes del cuerpo, cuya finalidad es proteger al organismo contra los microorganismos patógenos.

Son parte del sistema inmunológico, se unen por medio de una espesa red de vasos.

Cuando una zona del organismo se infecta  los grupos de ganglios linfáticos más cercanos se activan para aumentar las defensas.

Producen grandes cantidades de células, los linfocitos, para atacar al  "enemigo".

 Los ganglios aumentan de tamaño, haciéndose visibles y pudiéndose también palpar incluso durante semanas y, en ocasiones, meses.

El sistema linfático vascular en buen estado es esencial para la supervivencia y la salud del ser humano.

Ventajas

- El drenaje linfático está especialmente indicado para tratar numerosas enfermedades de la piel (acné, rosácea, bolsas, eczemas, caída del cabello, edemas faciales tras un lifting).

- Minimiza las cicatrices y las ablanda.

- Evita los edemas en las piernas que padecen muchas embarazadas

- Previene las estrías.

- Combate la migraña, el reuma, la hinchazón y cansancio de las piernas, la retención de líquidos y la celulitis.

- También tiene un gran efecto antiestrés.

Inconvenientes

- No es recomendable si existen inflamaciones agudas o si se padecen enfermedades malignas, ya que con el masaje las células degeneradas, los virus y las bacterias podrían ser desplazadas por el sistema linfático y diseminarse por todo el organismo.

- Tampoco es conveniente para aquellas personas que han sufrido una trombosis reciente.

- Se desaconseja ante la hiperfunción de la glándula tiroides.

- También está contraindicado en casos de asma bronquial, hipotensión, problemas renales e insuficiencias coronarias. Durante los días de la menstruación, se aconseja no aplicar el masaje sobre el vientre.