En muchas oportunidades ante las presiones del día a día si no tomamos el control y dominio de nuestros actos terminamos pagándola con quien menos lo merece. A veces con nuestro mal carácter herimos a las personas que nos aman.
Vamos a proverbios 14:17
"El que fácilmente se enoja hará locuras; y el hombre perverso será aborrecido"
Cuando la ira nos domina no sabemos ni lo que decimos ni lo que hacemos, esta palabra aborrecido significa rechazo y desprecio. Mi pregunta es; ¿queremos ser despreciados por nuestros semejantes? ¿Estamos siendo realmente sabios cuando nos molestamos con alguien al punto del descontrol?
Veamos que nos dice proverbios 14:29 con respecto a esto:
"El que tarda en airarse es grande en entendimiento. Más el impaciente de espíritu enaltece la necedad."
Proverbios 15:18
"El hombre iracundo promueve contiendas más el que tarda en airarse apacigua las rencillas"
Si aprendemos a tomar el control de nuestro carácter es muy difícil que otro venga a sacarnos de nuestras casillas y perdamos la paciencia o el dominio ante tal o cual situación.
Proverbios 19:11 nos dice
“La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa.”
El hombre que siempre se está molestando y creando situaciones desagradables contra otros está pecando contra Dios y para mostrárselo vamos a:
Proverbios 29:22:
"El hombre iracundo levanta contiendas y el furioso muchas veces peca"
No podemos estar día tras día justificándonos porque ¡ese es nuestro carácter! y pedir después que nos comprendan; o cambiamos y nos transformamos o simplemente seguimos haciendo a Dios mentiroso.
Eclesiastés 7:9
"No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios".
Afrontemos todas y cada una de nuestras dificultades con sabiduría, si no la tenemos en ese momento hagamos lo que se nos ha enseñado; pidámosla a Dios y segura estoy de que encontraremos nuestra respuesta ante tanta adversidad.
Santiago 1-5, 6
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”.
Gálatas 5:16-26
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos (envanecidos, orgullosos, petulantes), irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros. “
Estas son las indicaciones de cómo debemos caminar cuando hemos renacido del espíritu de Dios.
Asi es que ya que tenemos espíritu santo, no lo contristemos (aflijamos) y hagamos la voluntad de Dios, la cual es agradable y perfecta.
Aquí tenemos el manual (La Biblia) entonces pongámoslo en práctica y disfrutemos de una vida prosperada, la cual Dios ha hecho disponible para nosotros.