JESUCRISTO, ESPÍRITU VIVIFICANTE
1º CORINTIOS 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
Jesucristo vivió una vida humana perfecta en la tierra (en la cual Él expresó a Dios, aún bajo persecución y oposición).
Como dice Isaías: “Fue un varón de dolores, experimentado en quebranto”.
ISAIAS 53
3. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Esto ya ocurrió, el llevó ya nuestras enfermedades, no necesitamos estar enfermos, no es la voluntad de Dios que nos enfermemos, necesitamos mantener esto vivo en nuestras mentes y mantener nuestras mentes sanas para recordarlo diariamente.
5. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Esto es tiempo pasado, ya ocurrió, ya lo hizo, él no necesita volver a morir año tras año, simplemente conocemos lo que vivió y padeció y lo que logró gracias a su obediencia y nos quedamos con eso. Tampoco cargamos los pecados, ni por herencia ni por otro motivo, cuando renacimos el borró todo lo que nos era contrario, vivimos libres y livianos.
6. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
7. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
11. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
12. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
Su muerte fue un sustituto para nuestro beneficio, por Su herida fuimos sanados, derramó Su sangre por nosotros, Su sangre nos redimió y nos trajo al Lugar Santísimo.
Luego de Su muerte, fue colocado por tres días en una tumba – al tercer día, como los antiguos profetas profetizaron, fue levantado de entre los muertos.
En Su resurrección Él logró muchas cosas.
Mediante su resurrección Cristo fue hecho el Espíritu vivificante;
- fue engendrado como el primogénito de Dios;
- regeneró a los creyentes para Su Cuerpo;
-fue el primogénito de entre los muertos;
-llegó a ser la Cabeza del Cuerpo;
-Él, como el grano de trigo, produjo los muchos granos que son Su aumento y Su multiplicación y obtuvo la preeminencia sobre todas las cosas en los cielos y en la tierra.
¡Ahora Cristo, como el Espíritu vivificante está en el hablar de los creyentes cuando trasmiten el evangelio y puede entrar en todo aquel que cree para regenerarlo e impartirle la vida divina!
Romanos 10:9 y 10
9. que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Salvo: hecho completo, cuerpo, alma y espíritu. Espíritu de Dios en él.
Romanos 10:13. porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Después que creemos, el Espíritu vivificante opera en nosotros para que la vida divina alcance cada parte de nuestro ser.
¡Él hace que nuestro espíritu sea vida (Ro 8:10);
Romanos 8:10.
Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.
Hace que nuestra alma (la mente) sea vida (Ro 8:6)
Romanos 8:6
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Y finalmente vivificará nuestros cuerpos mortales (Ro 8:11) y que todo nuestro ser sea vivificado, permeado, es decir, lleno de la vida divina!
Romanos 8:11. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
¡Esta vida -la vida divina- es la vida verdadera! ¡Cuando usted recibe la vida divina usted se convierte en hijo de Dios y en miembro del Cuerpo de Cristo! ¡Esta vida crece en nosotros, nos llena y finalmente hace que seamos personas de vida – personas llenas con la vida divina!
¡Esta vida es tan rica y fluye en nosotros de tal manera que llega a rebozar hasta alcanzar a los que están a nuestro alrededor –y ellos reciben vida!
¡Cristo como el Espíritu vivificante se mezcla con nuestro espíritu y fluye hacia dentro y hacia afuera de nuestro ser para que esa vida en nosotros sea impartida a nosotros mismos y a otros!
¡Qué resultado tan maravilloso de la resurrección el que Cristo fuera hecho el Espíritu vivificante!
Disfrutemos cada nuevo día entendiendo que somos los hijos perfectos de Dios, llenos de vida, de salud y bendecidos por un Padre maravilloso que no dejó nada al azar, sino que pensó en cada detalle y que por intermedio de nuestro hermano mayor, el Señor Jesucristo hoy somos completamente completos en él y que esto podremos manifestarlo a través de toda la eternidad.
Bendiciones.